TRANSGENERACIONAL.

 

Genosociograma y Psicogenealogia.

 

 


Antes que nada es necesario que expliquemos en qué consiste un genosociograma, Y se trata de una representación del árbol genealógico familiar con sus características de apellidos, nombres, lugares, fechas, marcas, vínculos y principales sucesos de vida: como los nacimientos, las bodas, fallecimientos, enfermedades importantes, los accidentes, traslados, las ocupaciones, y la jubilación.
 Es decir que un genosociograma es un representación del árbol genealógico comentado (al cual se llama genograma) en el cual se destacan las relaciones del sujeto con su entorno y las relaciones de los distintos personajes entre si.
 Anne Ancelin Schützenberger comenta en su libro “Hay mis ancestros” que empezó a interesarse por este tema, cuando una de sus hijas realizó la siguiente reflexión:
 “Te das cuenta, mamá, que eres la mayor de dos hijos, en los cuales el segundo hijo ha muerto; que papá es el mayor de dos hijos, en los cuales el segundo hijo ha muerto y que yo soy la mayor de tus dos hijos donde el segundo ha muerto”
 “Y lo que más me llamó la atención es que todos hayan muerto en accidentes y accidentes de auto”
 Creo que la última observación es tal vez la más dramática de todas, pues podemos concebir que en una familia exista alguna clase de defecto genético que mate a los segundos hijos (si tal cosa existiera).
 Que también suceda lo mismo en la familia del padre es sencillamente increíble, pero que todos hayan muerto NO por un problema genético, sino por accidentes, eso sí que supera todo lo que es imaginable
 Entonces Anne Ancelin Schützenberger quedó tan impresionada por la observación de su hija, que buscó esta clase de coincidencias en su familia, y descubrió por ejemplo que su ahijada (que quedó huérfana muy joven), fue hija de una madre huérfana muy joven, y que el abuelo de esta niña también había sido huérfano muy joven.
 Luego, buscó en la familia de su marido, y descubrió que su suegra también era la hija mayor de una familia en la cual el segundo hijo había muerto, y que hace cien años tanto su familia como la familia de su marido tenían el mismo apellido (solo era diferente la última letra del mismo)
 En la vida de cada uno de nosotros existen muchísimas cosas que solo se pueden explicar cuando se realiza un estudio transgeneracional con un genosociograma, y el hecho de que esas cosas sucedan en forma aparentemente INEXPLICABLE pero INEXORABLE, nos lleva a pensar que en realidad la herencia de nuestros ancestros puede estar afectando nuestra vida actual mucho más de lo que creemos que lo pueda hacer.

El genosociograma suele utilizarse como herramienta terapéutica que recapitula información. Por ejemplo, las repeticiones como el síndrome de aniversario (concepto innovador de Anne Ancelin Schützenberger, como también el “genosociograma”) van a poner a la luz lo que une a los miembros de una familia, las lealtades, los traumatismos y los escenarios que se vuelven a repetir.
  • La psicogenealogía es una metodología que se interesa en los problemas ligados al lugar que ocupamos en la genealogía familiar y que están sometidos al impacto de los eventos vividos en las generaciones anteriores y contienen la dimensión del inconsciente familiar.
    Mediante una lectura gráfica del árbol genealógico se establece el mapa familiar sobre varias generaciones, dando sentido al lugar de cada uno, subrayando los lazos afectivos más importantes, tanto negativos como positivos. Es un trabajo que empieza con lo que registró la memoria y que sigue con una investigación genealógica.

    El análisis transgeneracional acoge, recibe el inconsciente familiar y ancestral y su conjunto de identificaciones y de proyecciones paras reordenarlo y transformarlo.
    Es de gran utilidad para los secretos de familia. Estos pueden esconderse detrás de enfermedades auto-inmunes, como el cáncer, o repeticiones amorosas negativas, o también fracasos profesionales recurrentes.
    Sondea y aclara la identidad, es reparador de lazos familiares y aporta comprensión, tolerencia y capacidad de perdón en ciertas situaciones, ademas de una mayor libertad.

Encuentro con Anne Ancelin Schutzenberger:
Teórica e investigadora de campo a la vez. Perteneció a la resistencia, ha sido profesora en varias universidades, psicoterapeuta con formación en psicoanálisis, abierta a todas las innovaciones. Como analista de grupo, fue una de las primeras psicoterapeutas en utilizar el psicodrama de Moreno en Francia. Profesora emérita de la facultad de psicología de Niza, en donde dirigió el laboratorio de psicología social y clínica. Trabajó con Robert Gessain, Jacques Lacan, Francois Dolto, Carl Rogers, JL Moreno, Margaret Mead y Gregory Bateson, la escuela de Palo Alto y la escuela de dinámica de grupos de Kurt Lewin. Se convierte en una celebridad cuando publica su libro “Ay Mis Ancestros” el cual llega a ser un best seller mundial. Para muchos académicos y psicoterapeutas es ella quien introduce la dimensión transgeneracional en su práctica a través de un elemento preciso: el síndrome de aniversario.
La psicogenealogía comprende numerosas teorías, prácticas y escuelas de pensamiento y se ha convertido con el tiempo en un término popular, casi en un nombre común. Sin duda alguna le debemos a la Profesora A. A. Schutzenberger el impulso de este enfoque, particularmente en Francia durante los años 80. Trabajando durante muchos años con enfermos de cáncer -con la ayuda de la versión clínica del método Simonton- el cual apoyado, a su vez, en la medicina clásica y en un seguimiento psicoterapéutico, permite reforzar las ganas de vivir (libido vital) y el sistema inmunológico por medio de visualizaciones positivas- comenzó por descubrir en las biografías de sus pacientes sorprendentes fenómenos de repetición e identificación con personas amadas ya desaparecidas. Este fue el camino que la llevó a crear el método del genosociograma, una especie de árbol genealógico muy particular, que resalta hechos relevantes para bien o para mal en la historia de una familia: enfermedades, nacimientos, accidentes, muertes precoces o injustas, matrimonios, partidas etc., poniendo en evidencia a través de una representación gráfica el conjunto de toda la familia, en el sentido amplio del término, tomando en cuenta media docena de generaciones, los vínculos afectivos mayores, positivos o negativos u olvidados y negados hasta el punto de convertirse en “impensables genealógicos”.
Somos menos libres de lo que creemos. Dice Anne Ancelin Schutzemberger, pero tenemos la posibilidad de conquistar nuestra libertad y de salir del destino familiar repetitivo de nuestra historia, comprendiendo los vínculos complejos que se han tejido en nuestra familia e iluminando los dramas secretos, los no dichos y los duelos inconclusos…”.
Su método? La “terapia transgeneracional psicogenealógica contextual clínica”, en la cual la misión primordial es rastrear nuestras lealtades invisibles y nuestras identificaciones inconscientes repetitivas (buenas o trágicas) que nos obligan a “pagar las deudas” a nuestros ancestros y a repetir las tareas interrumpidas mientras no estén cerradas. Así lo escribe en su libro “Ay mis ancestros”:
“Nuestra vida es una novela. Tanto usted como yo, vivimos prisioneros de una invisible tela de araña, de la cual al mismo tiempo somos artífices. Si aprendiéramos a utilizar nuestro tercer oído, nuestro tercer ojo, a comprender, a escuchar y a ver estas repeticiones y coincidencias, la existencia de cada uno sería más clara, más sensible a lo que realmente somos y a lo que deberíamos ser. Acaso no podemos escapar a estos hilos invisibles a estas triangulaciones, a estas repeticiones?”


      Anne Ancelin Schutzenberger:                                  

Anne Ancelin nació en Francia en 1919 y creció en Paris, donde hoy vive. Obtuvo un Doctorado en Psicología y otro en Letras. Se especializó en psicología social en Estados Unidos. A lo largo de toda su vida recibió formación profesional en muchos enfoques, entre otros, el Psicodrama de Moreno y el Psicoanálisis. Su obra Ay, mis ancestros se convirtió en un best seller. A los 85 años enseña el método transgeneracional en Argentina y otros muchos países. Luego termina su estudio sobre la clarificación de lazos transgeneracionales, secretos de familia, lealtades familiares invisibles y duelos no hechos de pérdidas diversas personales y familiares. Este documento es la traducción de una entrevista que le hacen las autoras Patrice Van Eersel y Catherine Maillard y que aparece en la obra Mis antepasados me duelen (Ed. Albin Michel, 2002).

 
 







ENTREVISTA
Usted es psicoterapeuta y analista, pero cuando usted recibe un paciente se interesa poco en su historia individual, o por lo menos usted la ubica en un contexto más amplio, pidiéndole al paciente que le cuente sobre la vida de sus ancestros. Usted le hace escribir, en particular, fechas que recuerde con su puño y letra. ¿Como llegó a darle este vuelco al desarrollo de la cura?

A.A.S: Comencemos por decir que no es una “cura” propiamente dicha, es más bien una profundización, una ampliación de la visión que acompaña o precede una terapia, una crisis, una enfermedad grave, una búsqueda de identidad o de desarrollo personal, un cambio de vida. Durante los años setenta yo iba a acompañar y hacer seguimiento a domicilio (en París) a una joven de origen sueco de 35 años que se sabía condenada a un cáncer terminal y no quería morir “cortada en pedazos como un salchichón” y pidió auxilio.
Acababan de amputarle por cuarta vez una parte del pie y los médicos estaban listos para cortarle otra parte más arriba. Como yo tenía una formación psicoanalítica freudiana le pedí a la joven que se dejara llevar y me hablara libremente de todo lo que le pasaba por la cabeza por asociación de ideas. Como ustedes saben un análisis es largo -a veces muy largo- y este ejercicio hubiera podido llevar diez años. Pero ella no tenía todo ese tiempo. Estaba en una carrera contra reloj con la muerte. Sucede, que en su casa reinaba una foto de una mujer muy bella en la pared de su sala.
Mi paciente me contó que se trataba de su madre, muerta por cáncer a la edad de treinta y cinco años. Yo le pregunté entonces por su edad… “treinta y cinco” me dijo. Yo dije: “ahh?” y ella replicó: “ohhh!”
Tuve de pronto la impresión de que esta joven se había identificado inconscientemente hasta tal punto con su madre que se había programado para repetir su destino trágico. A partir de ahí todo cambió tanto para ella como para mí. 




Más allá de la coincidencia de edades, es decir del azar ¿qué la hacía dudar de esta enfermedad como un asunto de transmisión hereditaria?

A.A.S: Es difícil responderle a esta pregunta. Por una parte me habían enseñado que el cáncer de seno no es una enfermedad genéticamente transmisible; por otra parte ¿por qué desarrollarla precisamente a la misma edad? Es la dificultad que existe en todo lo que tiene que ver con el inconsciente, se trata de invocar al azar como causa. En cuanto a la genética, ésta difícilmente podría hacer coincidir las fechas (quisiera precisar que mi marido era médico, genetista, matemático, estadístico y que yo me guiaba por la observación clínica rigurosa) a la vez que esta historia me hizo recordar de inmediato otra historia.
 Esta vez me propuse verificar con otros pacientes mi intuición con esta paciente. Les pedí a todos construir su árbol genealógico conmigo de una manera muy completa y si era posible indicar debajo del nombre de sus padres, abuelos, bisabuelos, tíos, primos etc., los momentos claves de la historia familiar: tuberculosis del abuelo, matrimonio o segundas nupcias de la madre, accidente de automóvil del padre, mudanzas y viajes, cambios de estatus socioeconómico, participación en guerras, muertes prematuras, alcoholismo, hospitalizaciones psiquiátricas, encarcelamientos, sin olvidar diplomas universitarios y profesiones. También les pedí inscribir si era posible, las edades y las fechas en las cuales se habían producido estos eventos.
Estos árboles genealógicos extendidos (bautizados “genosociogramas”), revelaron repeticiones asombrosas: una familia en la cual las mujeres morían leucémicas durante tres generaciones seguidas en el mes de mayo, una sucesión de cinco generaciones en la cual las mujeres se volvían bulímicas a la edad de trece años; un linaje en el cual los hombres eran sistemáticamente víctimas de un accidente de automóvil el primer día de clases de su primer hijo, etc. Estaremos de acuerdo en que sería osado ver esto como obra del azar en familias en las que encontramos en cada generación las mismas fechas de nacimiento, el mismo número de matrimonios en hombres o en mujeres, el mismo número de hijos ilegítimos, naturales o nacidos muertos, de muertes trágicas o precoces y siempre a la misma edad! En cuanto a la herencia genética, cree usted que un accidente de tránsito sea transmisible por ADN? Algo más tenía que estar actuando ante la evidencia de la frecuencia y la visibilidad de las repeticiones que saltaban a la vista una vez se les prestaba atención. 





¿Cómo explicarse estas repeticiones? ¿Por qué repetimos cosas vividas por nuestros padres o nuestros ancestros?

A.A.S: Repetir los mismos hechos, las fechas, o las edades que han escrito la novela familiar de nuestro linaje es una forma de ser fieles a nuestros padres y demás ancestros y por lo tanto a sus actos, gestos y tragedias. Es una manera de seguir la tradición familiar y de vivir conforme a ella. Es esta lealtad la que empuja a un estudiante a fallar el examen que su padre nunca logró pasar, en el deseo inconsciente de no sobrepasarlo socialmente. O a heredar su oficio o profesión de luthier, notario, panadero o médico. O en las mujeres a casarse a los 18 para tener tres hijos y si es posible tres niñas… o solo niños. A veces esta lealtad invisible sobrepasa los límites de lo verosímil, y de igual forma ocurre: 
¿Conoce usted la historia de la muerte del actor Brandon Lee? Murió durante el transcurso de un rodaje porque de forma incomprensible alguien había olvidado una bala verdadera en un revólver que debía estar cargado con balas de salva. Justo 20 años atrás, su padre, el célebre Bruce Lee, murió en pleno rodaje, a causa de una hemorragia cerebral durante una escena en la cual él representaba a un personaje muerto accidentalmente por un revólver que debía estar cargado con balas de salva…

  Tumbas de Bruce Lee y Brandon Lee

Estamos literalmente impulsados por una potente e inconsciente fidelidad a nuestra historia familiar y nos cuesta un trabajo enorme inventarnos algo nuevo para nuestra propia vida! En algunas familias uno ve el síndrome de aniversario repetirse -bajo la forma de enfermedades, muertes, abortos, o accidentes- en tres, cuatro, cinco y hasta ocho generaciones!
Pero parece haber además otra razón oscura por la cual nosotros repetimos las enfermedades y los accidentes de nuestros ancestros. Tome cualquier árbol genealógico y verá que está lleno de muertes violentas, adulterios, anécdotas secretas, hijos naturales y alcohólicos. Son cosas que se esconden, heridas secretas que no se quieren mostrar. Entonces ¿qué es lo que pasa cuando, por vergüenza, por conveniencia o para “proteger” a nuestros hijos o la integridad de la familia, no hablamos del incesto, de la muerte sospechosa, de la ruina del abuelo? El silencio crea una zona de sombra en la memoria de un hijo de la familia, quien, para llenar este vacío y eliminar las lagunas de sentido repetirá en su cuerpo o en su existencia el drama que intentan esconderle. Freud ya decía (y lo cito de memoria) que “lo que no se expresa con palabras se expresa con los dedos”. Yo pienso, como lo escribí en mi libro, que: “Lo que se calla en las palabras se imprime, se repite y se expresa por los males.”

Pero entonces esta repetición supone que esta persona sabe algo de esta vergüenza familiar y que ha oído algo acerca de la historia ¿verdad?

A.A.S: No, claro que no! Hablar no es necesario para expresarse: los estudios sobre la comunicación no verbal y el “lenguaje del cuerpo” demuestran que uno se expresa a través del lenguaje pero también lo hace a través de todo su cuerpo. Sus gestos, su tono de voz, su respiración, su actitud, su forma de vestir, sus silencios, el hecho de evitar a algunas personas… la vergüenza como el secreto no tienen necesidad alguna de ser evocados para pasar la barrera de las generaciones y afectar un enlace familiar – ya sea un enlace fuerte o endeble, o vivido como algo “delegado” por la familia, o programado por ella, actuante por lealtad familiar o sobre-identificación.
Le voy a dar el ejemplo de una niña de cuatro años, quien en sus pesadillas se ve perseguida por un monstruo. Ella se despierta en la noche, tosiendo, dando alaridos y asfixiándose, y todos los años, en la misma fecha, su tos se convierte en crisis severa de asma. Pregunto su fecha de nacimiento. “Durante la noche del 25 al 26 de abril” me dice su madre. Como conozco las fechas de la historia francesa y sé por muchas de las investigaciones de mis pacientes que muchos traumas familiares encuentran su origen en las persecuciones, algunas veces muy antiguas, o están ligadas a las muertes trágicas en los campos de batalla pude hacer la siguiente relación: del 22 al 25 de abril de 1915, las tropas alemanas lanzaron por primera vez gases de combate sobre las líneas francesas. En Ypres, miles de personas murieron asfixiadas. Le pido a la madre que busque la palabra Ypres y Verdun en su genosociograma. Encuentra que el hermano mellizo del abuelo fue uno de los soldados asfixiados… en la noche del 25 al 26 de abril de 1915! Le pido entonces a la niña que dibuje el monstruo que ve en sus pesadillas. Ella dibuja con crayolas lo que ella llama: “una careta de buzo con trompa de elefante” era una máscara anti-gas de la época de la guerra (1914-1918) reconocible por todos nosotros.
Ella jamás había visto una de estas máscaras y jamás se le había hablado a la niña sobre la tragedia vivida por su tío abuelo ni sobre las consecuencias del gas utilizado en combate. Estos hechos fueron verificados en los archivos del ministerio de guerra: el tío abuelo fue condecorado por conducta valerosa… y bien, a pesar de todo ese silencio, la niña tosía y escupía, perdía el aliento y se angustiaba como un soldado en su trinchera, con un paroxismo a una hora fija (cerca de la media noche). Esto ocurrió hasta que la niña hizo su dibujo. ¿Cómo este hecho pudo pasar a través de las generaciones? ¿Cómo se pudo transmitir? Podría ser a través del co-inconsciente familiar y grupal, podría ser por las ondas “morfogénicas” de las cuales habla Rupert Sheldrake. Puede ser por evitaciones en el discurso familiar “No se habla nunca más de lo que tanto nos hizo sufrir”.
El recuerdo de la muerte trágica y del muerto mal enterrado creó en el abuelo de la niña (hermano de la víctima) y en la mamá de la niña una zona de sombra en la cual se escondió el dolor como en una “cripta”.





Hipótesis: a largo de su vida hubo lagunas en el discurso de este hombre y de su hija. Cada vez que hubiera ocasión de evocar la muerte de su pariente (a través de un retrato de familia o una imagen de guerra en la televisión), se habría manifestado una perturbación expresada en la mirada, la voz o las actitudes, que en las conversaciones sobre el hecho que hubieran podido intercambiarse. La madre de la niña evitaba las películas de guerra, le tenía miedo al gas de la estufa…


Entonces, la fidelidad a nuestros ancestros nos gobernaría, nuestro inconsciente nos empujaría a honrarlos a través de medios sorprendentes como provocarnos un cáncer nosotros mismos hasta un accidente automovilístico! ¿Nos podría ampliar esto en términos médicos?
A.A.S: Precisemos mejor mi punto de vista y el de algunos de mis colegas. Jamás dije que se tratara de “honrar a los ancestros”… esa frase no es mía. No se trata de eso sino de repetir tareas interrumpidas, inacabadas, de duelos no elaborados después de traumas insoportables, indigestos o no digeridos -si usted me permite estas expresiones- que se nos quedan “en el estómago” e impiden que nuestros duelos se expresen provocando otras manifestaciones en nuestra descendencia: genocidios, pérdida de las raíces, pérdida de una tierra, una gran injusticia... esta es la constatación que hace una alumna del Dr. Kurt Lewin, Bluma Zeigarnick presentada en su tesis doctoral, Psicología de la Gestalt, en 1928, sobre las “tareas interrumpidas”, que “re-calentamos” a lo largo de nuestras vidas. Esto en psicología se llama el “efecto Zeigarnick” y yo lo aplico a los duelos no resueltos de dramas pasados para ayudar a mis pacientes a revivirlos y superarlos.
No se trata de verdaderas maldiciones –aunque el concepto aparece claramente en momentos históricos cruciales, como en el caso de las maldiciones a los reyes de Francia por parte del líder de los caballeros templarios Jacques de Molay, en la hoguera el 18 de marzo de 1314.
La “maldición de los Kennedy” parece no ser más que un mito, si bien encontramos una lealtad familiar inconsciente en la repetición de algunas fechas, como el 22 de noviembre, aparecida por primera vez en 1858, fecha de la muerte del bisabuelo del presidente John F Kennedy, y por segunda vez en 1963, fecha del asesinato de este último, quien decidió de todas formas ir a Dallas ese día, a pesar de la cantidad de advertencias recibidas. Tampoco quiso usar el techo blindado de su auto, como si hubiera olvidado la fecha pero no la “obligación de morir”. 



En realidad esta forma de repetición mórbida (que algunos llaman “maldición”) revela un mecanismo que la medicina conoce cada vez mejor. Toda muerte o idea de muerte produce en el ser humano una depresión. Perder su casa o su empleo supone también el poder y la necesidad de hacer su duelo. Una vez que pasa la rebelión contra lo inaceptable, la tristeza del duelo provoca un debilitamiento inmunológico. Una gran cantidad de personas “deciden” entonces de forma completamente inconsciente morir a una edad precisa: “si mi mamá murió a los 35, yo no voy a sobrepasar esta edad” se dice la mujer. A dicha edad, ella cae en una depresión que debilita su sistema inmunológico hasta el punto de dar paso a un cáncer. Es el mismo mecanismo para el accidente de automóvil: cuando llega la fecha del aniversario de un trauma escondido en la familia, la persona puede empezar a tomar riesgos insensatos y el accidente, evidentemente, se produce. El inconsciente vela sobre todo este fenómeno como un reloj invisible. Es lo que yo he llamado la fragilización del año (o del periodo) aniversario.

¿Esto se puede evitar? ¿Podemos salir de esta repetición para nacer libremente a nuestra propia historia? 

A.A.S: Para evitar la repetición, hay que tomar consciencia. Recordemos a la joven de origen sueco. Cuando le ayudé a darse cuenta de que, si ella sucumbía a su cáncer, ya no habría nadie para ponerle flores a la tumba de su madre y que además ella habría querido verla vivir por mucho, mucho tiempo. Para ella esta realización fue una especie de shock y se operó un cambio radical en su vida y en su enfermedad. Recuperó las ganas de vivir, sus metástasis cedieron, recobró peso y energía, retomó su trabajo… se puso una pierna artificial y hasta aprendió a esquiar y a conducir un automóvil acondicionado especialmente para ella. Estaba tan radiante que aquellos que la habían cuidado no la reconocían. Si el origen del dolor, de la enfermedad, del mal, está cerca de la consciencia, visualizar la historia de la familia de un solo vistazo, en siete generaciones, es decir, reubicarla en su árbol genealógico, en su contexto psico-político-económico-histórico sobre un centenar de años y reconocer de golpe la repetición, puede ser suficiente para crear una emoción tan fuerte capaz de liberar al enfermo de sus lealtades familiares inconscientes. Personalmente, únicamente haciendo trabajar a alguien sobre su familia, sobre su árbol genealógico y sus secretos, con frecuencia logro poner al día en dos o cuatro horas lo que uno se podía demorar años en “sacar a la luz” en el diván. La realidad de los hechos y su repetición saltan a la vista. Se puede ver claro casi de inmediato.
 Hablar, llorar, gritar, golpear, previene la conversión del malestar psíquico en síntoma somático. De allí la importancia de poder expresar las emociones, los verdaderos sentimientos, sin moderación, ni pudor, los secretos, los no dichos, los traumas escondidos, los grandes dolores y los duelos no hechos (en psicodrama la técnica de “superávit de realidad” permite decirle adiós a los muertos antes de su muerte, como si uno hubiera estado presente.- ya sea al lado de su tumba o cerca del mar que se los tragó sin sepultura, por ejemplo- y cerrar al fin las tensiones acumuladas y terminar.



 
El siglo XX fue el siglo de las hecatombes. Por primera vez en nuestra historia millones de hombres fueron enterrados –muchas veces sin sepultura- lejos de su tierra natal y lejos de sus ancestros. ¿Podríamos hablar aquí de un enorme malestar transgeneracional en nuestra civilización?

A.A.S: Un fenómeno nuevo apareció en el siglo XX los genocidios 1914-1918 (más las guerras civiles en Rusia y España y la segunda guerra mundial) con sus millares de muertos anónimos, sus incontables desaparecidos sin sepultura, la coexistencia en las trincheras o en los campos de muertos, agonizantes y vivos, la lenta agonía de los heridos y de los asfixiados con gas… y las pesadillas de los sobrevivientes y de sus descendientes. Recordemos que ya los cirujanos militares de Napoleón 1°, se habían dado cuenta y habían bautizado -durante la retirada de Rusia en 1812- como el “síndrome del viento de arrastre” a los sufrimientos, pesadillas y angustias de los sobrevivientes y de los testigos de la muerte trágica de sus compañeros (lo cual nosotros encontramos actualmente en las pesadillas de sus descendientes, en varios países, Francia, Israel… pero también en Canadá o en Estados Unidos).
Cuando uno sabe que un muerto mal enterrado impide que el duelo se realice bien en la familia, es fácil imaginar que una hecatombe pueda generar un inmenso malestar de civilización, en efecto. Sin contar a los hijos de armenios masacrados en 1915 (más de dos millones), de judíos deportados a los campos de concentración, o los asfixiados con gas en Verdun, que sufren crisis de asma, eczemas y violentas migrañas en las fechas de aniversario de la masacre, de la deportación, del drama... pienso que un trabajo terapéutico puede también ser llevado a la escala de los pueblos. Cuando un ancestro ha sufrido, es fundamental para su descendencia que su dolor sea reconocido. Por esta razón para los armenios fue de gran importancia ver que su genocidio fuera reconocido por la comunidad internacional, así sucediera 50 años después. Estoy segura de que millones de seres fueron aliviados en lo más profundo de sí mismos. Había que matar al fantasma. Existe también una dimensión dramática en el olvido de algunas fechas de aniversario, bien sea el asesinato del gran duque Francisco Fernando heredero del imperio austro-húngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo que hizo estallar la guerra de 1914-1918. O aquella del “Jueves negro” que inició la depresión de 1929, el desempleo mundial, la toma de poder de Hitler y la guerra 1939-1945…
Dicho esto, es importante aclarar que no son necesarias circunstancias tan dramáticas para que el síndrome de repetición le arruine la existencia a alguien. Entre la cantidad de personas que han venido a consultarme porque sufren de trastornos psicosomáticos inexplicables, encontramos por ejemplo las pesadillas recurrentes, la pérdida sistemática de un examen o el sabotaje la propia vida profesional… aparentemente sin razón. Pienso en un hombre joven trabajador e inteligente que era exitoso en todo en su vida, salvo en sus exámenes. Descubrimos juntos que desde finales del siglo XX, 14 de sus primos habían perdido el examen para obtener el grado de bachiller! Rastreamos el origen de este trastorno y finalmente lo que descubrimos que ocurrió fue que el tatarabuelo de este muchacho había sido expulsado de su casa en la víspera de presentar el mismo examen, porque se había acostado con la criada del servicio y ésta había quedado embarazada y como él tenía un fuerte sentido de la responsabilidad, partió con ella y se casaron. Resulta que el hijo de este hombre, a su vez, abandonó el liceo la víspera del último examen y su nieto también (por razones fútiles). La misma situación se presentó durante cuatro generaciones seguidas y es así como el tataranieto cargaba todavía el peso de esta “falta original”, cuidadosamente escondida por toda la familia… una vez identificada y purgada esta historia a través del trabajo familiar, todos los muchachos de esta familia han pasado sus exámenes!



En “Ay mis ancestros” usted hace con frecuencia referencia al psicoanalista Húngaro Ivan Boszormenyi-Nagi. ¿Qué fue lo que él puso en evidencia?



A.A.S: En su práctica clínica hacía hablar a sus pacientes de su familia porque, según él, el objetivo de la intervención terapéutica consistía en restituir una ética de las relaciones transgeneracionales. Sus conceptos claves de “lealtad familiar invisible” y el “gran libro de cuentas familiares” iluminaron muchísimo mi trabajo. De la lealtad de los miembros de un grupo depende la unidad del mismo. Esta lealtad debe ponerse en relación con las motivaciones y los actos de cada uno de los miembros del grupo. De allí otro concepto: aquel de la justicia familiar. Cuando la justicia falla, esto se traduce en mala fe, o en la explotación de miembros de la misma familia por parte de los otros, o en la aparición de patologías o en accidentes repetitivos. Mientras que en el caso contrario hay afecto y cuidado recíproco pues las cuentas familiares están al día. Podemos hablar del balance de las cuentas familiares o de un gran libro de las cuentas familiares en el cual se puede verificar si uno está en crédito o en débito. Si usted arrastra deudas y obligaciones sin pagar de generación en generación se arriesga a tener todo tipo de problemas – acuerdos de herencia injustos, querellas, rupturas “anormales” … una de las deudas familiares clásicas es una muerte vivida como “tan injusta” que el duelo no se puede llorar, decir, vivir y el dolor queda abierto prácticamente para siempre. 

¿Nos puede usted dar otros ejemplos de deudas en las cuentas familiares?

A.A.S: La deuda más importante de la lealtad familiar es aquella que cada niño contrae con sus padres a causa del amor, la fatiga y los cuidados que recibe de ellos desde el nacimiento hasta la edad adulta. Pagar esta deuda es de orden transgeneracional, es decir que lo que recibimos de nuestros padres, se lo entregamos a nuestros hijos, etc. Ocurre a veces, que hay una distorsión patógena entre los méritos y las deudas. Tomemos un ejemplo: hay familias en las cuales la hija mayor detenta el rol de madre con respecto a los demás hijos y a veces con respecto a su propia madre. Es lo que llamamos parentificación. Un hijo que debe hacer el papel de padre o madre muy joven se encuentra en desequilibrio relacional significativo. En realidad es difícil comprender los vínculos transgeneracionales y el libro de los méritos y las deudas pues nada está claro. Cada familia tiene su propia manera de definir la lealtad familiar. Pero el estudio transgeneracional puede aportar un esclarecimiento decisivo.





 Independientemente de cuál sea la edad de los hijos, la separación va a tener unas implicaciones en su desarrollo emocional y conductual. En esta entrevista Anne habla de un fenómeno llamado parentificación, en donde los hijos reaccionan ante la separación asumiendo la responsabilidad de protección con su otro progenitor. Se han identificado dos tipos de parentificación: la instrumental, referida a cuidados de hermanos o tareas domésticas, y la emocional, como prestar apoyo emocional, sobreprotección del otro cónyuge, ser confidente. Este hecho hace pensar que en el proceso de separación te has decantado por tu madre, realizando labores sustitutorias en cuanto a cuidado emocional y protección. No sólo te ha hecho dejar determinados proyectos personales en pro de apoyar y ayudar a tu madre, sino que a esta le ha facilitado el tener alguien con quien descargar su malestar.


Encontramos en su trabajo una aproximación Antropológica en la cual usted insiste sobre la importancia vital de las reglas familiares…

 Definición de antropología
La ciencia  que se encarga de estudiar la realidad del ser humano a través de un enfoque holístico (en el que el todo determina el comportamiento de las partes) recibe el nombre de antropología. El término tiene origen en el idioma griego y proviene de anthropos (“hombre” o “humano”) y logos (conocimiento”)

 A.A.S: No es gratuito que yo haya decidido ser analizada por un antropólogo (Gessain era el director del museo del hombre y había acompañado a Paul Emile Victor a estudiar a los Esquimales) y que me propusiera estudiar con Margaret Mead! El enfoque antropológico contextual es fundamental. Hay que reubicar a las personas y los acontecimientos en su contexto y comprender las reglas familiares y sociales de la época, del medio, del lugar preciso. Citemos algunas reglas familiares que uno encuentra a menudo. Existen familias del tipo cuidador-cuidado: algunos miembros cuidan de otros miembros que están enfermos. Existen familias en las cuales la regla es hacer todo lo posible por que el hijo estudie- el mayor, jamás será una hija sino siempre el primer hijo hombre. También hay familias en las que se fabrica un sucesor “mayor” para retomar los negocios familiares. En otras familias, varias generaciones cohabitan sistemáticamente bajo el mismo techo. En otros casos solo uno hereda y los otros parten lejos o le sirven…
Cuando uno observa un genosociograma es esencial fijarse bien en cuales reglas están en vigor y quién las elabora. Puede ser un abuelo, una abuela, un tío… cuando uno comienza a comprender estas reglas, uno puede intentar ayudar a la familia a alcanzar una relación menos disfuncional y un mejor equilibrio de las deudas y los méritos de cada uno.

Usted también se ha interesado en el fracaso escolar ¿según usted éste sería a menudo de orden transgeneracional?

A.A.S: Mi enfoque es a la vez contextual, sociopsicológico, psicoanalítico, transgeneracional, etnológico y etológico. Cada una de estas ciencias es importante y sus aportes son complementarios. En el caso del fracaso escolar, hay que agregar el aspecto socio-económico de estas lealtades familiares brillantemente analizadas por Vincent de Gaulejac quien, debo decirlo, iluminó bastante mi linterna. Demuestra de forma notable hasta qué punto es difícil para un buen hijo o para una buena hija sobrepasar el nivel de estudios de su padre o de su madre: se enfermarán la víspera del examen, o perderán el tren, o tendrán un accidente en el camino o simplemente olvidarán poner el despertador en la mañana… actuando así, responden inconscientemente al mensaje doblemente restrictivo de su padre o de su madre , la famosa doble atadura “haz como yo pero sobre todo no hagas lo mismo que yo” más precisamente: Hago todo por ti y deseo tu éxito… pero temo terriblemente que me superes y que nos abandones” entonces estos mensajes, estos actos fallidos datan la mayor parte del tiempo de las generaciones precedentes. Allí también la fidelidad a los ancestros que se ha vuelto inconsciente o invisible nos gobierna.



Nuestro destino individual puede ser guiado por la historia de las generaciones anteriores. Lo cual significaría que un evento vivido por un ancestro cincuenta o cien años antes puede orientar las decisiones de una vida determinar las vocaciones, detonar una enfermedad e incluso provocar la caída accidental de algun familiar. ¿Qué queda entonces del libre albedrío? 

A.A.S: Todo. Porque la elección nos es dada a partir de la posibilidad de liberarnos de la repetición familiar para reconquistar nuestra libertad y nacer por fin a nuestra propia historia.






NUTRETE CON AGUA DE MAR.







EL AGUA DE MAR . Dr RENÉ QUINTON






Descubrimiento RENE QUINTO agua de mar.

http://www.youtube.com/watch?v=2Hc1xlrQIYE





 
El agua de mar es la alternativa en la: nutrición, agricultura, ganadería y medio ambiente

Los mitos y paradigmas sobre el agua de mar, 97.5% del agua de la Tierra, son las causas de que muchos ignoren al agua de mar como la alternativa a la escasez de agua dulce, 0.5%, mientras inutilizable y congelada en los polos queda el otro 2%.

La Biología es la ciencia del agua; bios = vida, y logos = tratado. No hay vida sin agua. Buscan agua en Marte para saber si allí hay vida. La masa más grande de vida, o biomasa, está en el agua de mar, de donde salió la primera célula.

El 70% del cuerpo humano es agua de mar isotónica, pero se ignora. Un futuro bebé en el claustro materno es 94% agua de mar.

No es cierto que el agua de mar sea agua con sal (sodio y cloro). Es agua con los 118 elementos de la tabla periódica en su forma orgánica y biodisponible. Las moleculas de sodio (Na+) y cloro (Cl-) van por separado. El Cl- constituye el 19-20% de los minerales del agua de mar hipertónica (35g/1L) y el Na+, sólamente el 9-10%. El 5% restante lo componen los 118 elementos de la tabla periódica en su forma orgánica y biodisponible.

La biceonosis se encarga de transformar, a través del fito y el zooplancton, los elementos químicos en minerales orgánicos y biodisponibles. Igual que lo hacen las plantas en la tierra. Absorben las moleculas químicas y las transforman en orgánicas y digeribles para los humanos y animales. Caso del hierro y las leguminosas en los suelos. Pero, gratis.

La “sopa marina” que configuró la primera célula contiene actualmente los mismos componentes que la hicieron posible en sus orígenes, hace 3.800 millones de años, o sea; ácidos nucleicos, ADN, aminoácidos esenciales, proteínas, grasas, hidratos de carbono, todos los minerales y vitaminas, además del fito y el zooplancton.

El agua de mar es hipertónica en una concentración de 35g/1L compuesta por todos los minerales existentes, actualmente, en el planeta Tierra.

El agua de mar del medio interno de todos los vertebrados, incluidos los peces, es isotónica en concentración de 9g de minerales por 1L. Las lágrimas, el sudor, la sangre y las excreciones y secreciones humorales son “saladas”.

El agua de mar no se contamina con microbios de procedencia terrestre.

El fenómeno de la ósmosis desactiva todos los microbios de procedencia terrestre.

El pH alcalino del agua de mar, 8.4, no es compatible con la vida microbiana de procedencia terrestre, o accidental. Parámetro vital que no permite ningún cultivo microbiano terrestre.

Polución no es lo mísmo que contaminación. La contaminación es causada por microbios y materia orgánica. La polución es causada por las industrias transnacionales químicas y la avaricia humana que lo permite.

Se desinforma utilizando el término contaminación cuando se afirma que el agua de mar se contamina con microbios. Oficialmente se utiliza la expresión contaminación para proteger la polución industrial vertida en las aguas y la que origina el tráfico de los grandes barcos mercantes, especialmente los petroleros.

El agua de mar no tapa los riñones porque es diurética.

El agua de mar es sustituta del plasma sanguíneo. Los hechos y la ciencia lo han comprobado.

El agua de mar es el hidratante y el nutriente más completo de la Naturaleza y no es cierto que si un náufrago bebe agua de mar se muera. Por el contrario, si la bebe tendrá la oportunidad de sobrevivir por decenas de días y salvarse.

Desde el siglo pasado se sabe, por los descubrimientos de René Quinton, 1867-1925, que el agua de mar tiene un gran valor para hidratar y recargar electrolíticamente las células, reequilibrar la función enzimática y promover la regeneración celular. Objetivos de todas las terapias, tanto oficialistas, como naturistas.

  Todas las enfermedades son ácidas, sin excepción. El hambre celular y la hiperclorhidria no se tienen en cuenta para combatir la obesidad. Ambas se pueden controlar con el agua de mar. La nutrición celular con agua de mar elimina la sensación de hambre. Además de acabar con el Helicobacter pylori y la hiperclorhidria. Igualmente cura el estreñimiento y es el tratamiento ideal para la limpieza de colon. 

Todas las enfermedades son ácidas. Mantener un pH entre 7.37-7.47, o sea, alcalino es fundamental. La nutrición orgánica vegetal y alcalina, es la asignatura pendiente de los nutricionistas y proveedores de salud tradicionales, u oficiales. 
 Se ignora que el cloro orgánico del agua de mar es el mayor componente mineral de la misma. Pero se gastan ingentes cantidades de dinero en utilizar cloro y bromo para “esterilizar” las piscinas con agua de mar, o para esterilizar las aguas negras de las cloacas en las plantas de tratamiento que, diaria e inmisericordemente, le lanzamos por toneladas métricas a los océanos de todo el mundo.
 El 70% del gasto de agua doméstica y de jardinería en las costas se podría suplir con agua de mar. La Agricultura Ecología regando con agua de mar ya es un hecho en Eritrea, África, Sonora, México y China. Produce proteínas y alimentos para animales y humanos. La Ganadería Ecológica tiene en el agua de mar un gran aliado para la nutrición y el control de las epizootias. El ahorro en suplementos minerales y la salubridad de los animales sería considerable suministrándoles agua de mar. La Agricultura y la Ganadería Ecológicas fracasarán, en los campos de la Salud Pública y Animal, como ya lo ha hecho la alimentación tradicional (60% de obesos y todas las epidemias contemporáneas), si no se le enseña a la población mundial lo que es la nutrición celular alcalina racional. No es lo mismo alimentar que nutrir. La Oceanografía, la Meteorología, la Edafología, la Limnología, la Hidrología, la Bacteriología, la Virología, la Micología, la Parasitología y otras “ías” caminan cada una por su lado, porque sus científicos no se han enterado que la Salud Pública comienza en el agua de mar, pasando por los ríos, lagos, suelos, plantas y animales, y finalizando en los humanos. La asistencia al paciente debe ser Integral, u holística: nutrición orgánica, ejercicio físico y relajación. A la mayoría de los científicos marinos una gota de agua de mar no les deja ver la inmensidad del océano. Utilizar el agua de mar en los desiertos próximos a las costas para cultivar plantas halófitas alivia la polución del CO2 atmosférico, enfría el planeta y crea refugios para la fauna. No hay pildoritas mágicas para prevenir las enfermedades, o curarlas, sólo existe la autodisciplina paras practicar la Asistencia Integral. Tema que ignoran el 95% de los proveedores de salud. Cualquier otra formula contra las epidemias contemporáneas fracasará como se está comprobando actualmente. Hay que vivir la salud para recetarla. Quienes ignoren lo que es la Asistencia Integral, porque no la practican, mal la podrán recetar. ¿Cuántos médicos y sanitaristas conocemos la importancia de la alcalinidad?. ¿Cuántos hacemos ejercicio físico racionalmente?. ¿Cuántos conocemos las técnicas de relajación para cambiar un estilo de vida?.El pH, la ósmosis, las dispersión, la disolución y la radiación ultravioleta inactivan los microbios de procedencia terrestre que lleguen al mar. Los virus permanecen inactivos mientras no se repliquen en materia orgánica. Es imposible que la materia orgánica terrestre sobreviva en el agua de mar . La carne y el pescado salados (jamones y bacalao) desactivan los microbios, ¿Cuál es el motivo para que el agua de mar no lo haga?
 

374.000 Km de costas se podrían beneficiar del uso de agua de mar a nivel doméstico y así eliminar el 90% de la totalidad de las enfermedades enumeradas anteriormente, especialmente la desnutrición, causa de la falta de defensas para inactivar los parásitos y microbios que se multiplican exponencialmente con la carencia de agua. La diarreas no causan la desnutrición. La desnutrición es la causa de las diarreas y de todas las enfermedades, que son ácidas por la falta de minerales.


El agua de mar, que es gratuita, inactiva los microbios terrestres gracias al fenómeno de la ÓSMOSIS, con lo que, hasta sin jabon, desinfecta las manos, los alimentos, los utensilios de cocina, los contenedores y la piel de los humanos. Se conserva indefinidamente a cualquier temperatura. 
Permite cocinar sin sal, enriqueciendo los alimentos con todos los minerales de la tabla periódica orgánicos y biodisponibles. Repetimos, ahorra el 75% del agua dulce doméstica. Permite ser utilizada en las letrinas donde fija e inactiva la materia orgánica. La desnutrición, el cólera, el tifus y la tuberculosis ya se curaban y prevenían en el siglo pasado con agua de mar. René Quinton (1857-1925) lo demostró científicamente en su obra “El Agua de Mar Medio Orgánico”, en donde definió: ”La célula es la expresión concreta de la idea abstracta de la vida”.

En China, África, Medio Oriente, España y México (Sonora) se ha demostrado que con el agua de mar en la agricultura se producen alimentos como la salicornia (40% proteina) y otros vegetales. Pimientos, berenjenas, tomates, y casi todas las hortalizas, se están regando con agua de mar, especialmente en China, donde han conseguido cultivar mas de 400 plantas irrigándolas con agua de mar.


En la ganadería la sustitución de las bolas de sal, o a granel, por agua de mar aumenta la producción pecuaria en general. Conejos y gallinas, a nivel familiar, que beben agua de mar, aumentan su rendimiento. En las zonas costeras, enfermedades que transmiten las garrapatas, como la piroplasmosis y la anaplasmosis desaparecen, porque el ganado lame instintivamente el salitre de las piedras que elimina los ectoparásitos.

En los naufragios voluntarios se ha demostrado científicamente que el agua de mar nutre e hidrata y que un náufrago, el medico francés Alain Bombard, vivió durante 21 días, bebiendo exclusivamente agua de mar, gracias a que el agua de mar es mucho más que agua con sal, ya que contiene la sopa marina, constituida por: ácidos nucleicos, ADN, aminoácidos esenciales, proteinas, grasas, carbohidratos, minerales con los 118 elementos de la tabla periódica, vitaminas y el fito-zooplancton. Sopa que es la más nutritiva orgánica y biodisponible de la Naturaleza, capaz de nutrir e hidratar a una ballena misticeta de 100 toneladas, un mamífero como los humanos.

¿Por qué?:

Porque todos los vertebrados, incluidos los humanos y los peces, somos agua de mar isotónica (9g/1L), lo que es completamente compatible con el agua hipertónica de mar (35g/1L), ya que es diurética y se isotoniza fácilmente en los organismos. Además, todas las enfermedades son ácidas (pH inferior a 7), mientras el pH humano es alcalino (7,37-7,47) y en un organismo alcalino y oxigenado (alto consumo de oxígeno), es imposible que se cultiven el cáncer, o cualquier enfermedad, tal como lo demostró Otto Warburg, Premio Nobel por dos veces (1954-1962). El pH alcalino del agua de mar es de 8,4; y cada litro de agua de mar tiene 965cc de agua (H2O) y 35g de minerales orgánicos, además de los componentes citados anteriormente, al definir las características de la sopa marina microscópica e invisible al ojo humano, pero capaz de nutrir y dar vida a la mayor biomasa del planeta: los virus y las bacterias. Microorganismos contra los que el status científico mantiene una guerra a muerte. Guerra que el status, inexorablemente, tiene más que perdida.
 
 
Los Laboratorios Quinton son unos laboratorios farmacéuticos dedicados exclusivamente a la preparación de agua de mar microfiltrada en frío. Herederos directos del biólogo y fisiólogo francés René Quinton este laboratorio se distingue por seguir escrupulosamente el método original de su fundador que hemos sido capaces de actualizar según la farmacopea europea.
Estamos a la entera disposición de los profesionales del area de la salud o del público en general para satisfacer sus deseos de conocimientos sobre Terapeutica Marina y utilización de las especialidades Quinton.

NUESTRO PROYECTO

- Que cada médico integre en sus actos médicos diarios la utilización de la Terapéutica Marina.
- Que en todas las Universidades se imparta una asignatura de Terapéutica Marina.
- Que se reconozca, otra vez, las especialidades Quinton como medicamentos.

  http://www.quinton.es/